martes, 31 de enero de 2012

Elecciones APA 2012

PALABRAS PRONUNCIADAS EL JUEVES 24 DE NOVIEMBRE EN EL MUSEO ROCA


 Dra. Amalia Socci de Gómez 



Poder elegir

 Es importante pensar nuestra Institución desde el pasado hacia el presente y desde el presente hacia el futuro. Hace unos años era casi impensable que a alguien se le ocurriese autopostularse para la Presidencia de APA sin un apoyo oficial, salvo casos EXCEPCIONALES. Hoy, un grupo de Colegas que pensamos una Institución con un pujante espíritu democrático, decidimos presentarnos y exponernos a la opinión general, como postulantes para obtener la conducción de APA en la próxima gestión. El tiempo de anticipación permite ser discutidos en profundidad en nuestra particular forma de proponer una visión moderna y activa, una apertura hacia el adentro y el afuera que vivifique el psicoanálisis y a nuestra APA en la comunidad. Por eso nos dirigimos a Uds., como colegas dispuestos a apoyar un cambio y dispuestos a tener opciones entre las cuales elegir para poder incluirse en nuestro Proyecto. Quiero que no se confunda la práctica del psicoanálisis con la conducción de la Institución. El psicoanálisis es el discurso del deseo y la política es el discurso del poder. El objetivo de la política es obtener el poder para poder hacer. En nuestro caso, crear las condiciones adecuadas para la transmisión, la difusión y la profundizacion de la teoría y la técnica. Desde hace tiempo trabajamos escuchando a otras disciplinas como la filosofía, la literatura, el arte, la sociología, etc. sólo para citar algunas, que nos ayudan a comprender la complejidad de lo humano articulando desde la heterogeneidad una estrategia que nos ayude a dilucidar el cada vez más complejo mundo en el que vivimos. No podemos dejar de lado las neurociencias, la neurolingüística, la narratología pero… ¿cómo lo integramos a nuestro discurso psicoanalítico? Es un desafío hacerlo sin perder nuestro camino al inconsciente. Es así que abogamos por la claridad y la transparencia, al presentarnos como quienes somos y tal cual somos, por presentar a la opinión general nuestros objetivos, convencidos de que, más allá de nuestras buenas intenciones, son perfectibles y que el mejor y el único modo de ponerlos a prueba es siendo sensibles y receptivos a las repuestas que producen. Sería interesante que intentáramos todos nosotros, tanto como personas o como grupos sociales, no intentar mantener un “statu quo” por temor, generalmente no reconocido, a los inevitables cambios que se dan en todo proceso vital, personal, institucional y social. Mostramos y asumimos tanto nuestro entusiasmo como nuestra capacidad de gestión y ponemos “en acto” el concepto de pluralismo al mostrar abiertamente que, quienes constituimos el grupo, tenemos posiciones psicoanalíticas diferentes frente a diferentes esquemas referenciales. Lo importante es que todos somos psicoanalistas y que el auténtico pluralismo es la posibilidad de pensar más allá de nuestras convicciones teóricas respetando otros marcos teóricos y más allá de amiguismos, esforzándonos por reconocer que muchas veces las transferencias institucionales nos hacen perder objetividad. Nuestro propuesto Secretario Científico Oscar Paulucci conoce muy bien y comparte esta postura. Su gran conocimiento de Freud y otros autores le permitieron llegar a pensar el psicoanálisis y sostener sus ideas sobre Lacan sin fundamentalismos estériles.

Sobre las experiencia

En todas las gestiones lo importante es la experiencia que se recoge para futuras gestiones. No creo en la improvisación. Yo misma antes de ser Directora del Instituto fui 4 años Secretaria del Instituto y antes de eso estuve dos años formando parte de Com. de Enseñanza. Es decir 6 años previos de trabajo en Instituto antes de ser 4 años Directora del mismo. Se aprende haciendo experiencia previa para aplicarla en los cargos cada vez de mayor responsabilidad. Asimismo integré la Comisión de Asesores de Secretaría científica durante 4 años durante la presidencia de Abel Fainstein y estos 3 años en que preside la gestión Andrés Rascovsky, como también la Comisión de Asesores de Instituto durante estos 3 últimos años. Menciono esto porque tratamos de compartir con ustedes nuestro desarrollo fundamentalmente en la Institución, más allá de nuestra actividad científica en la Institución y en Congresos Internacionales y encuentros con otras Instituciones como APU, SPP y SPI. Muchos colegas ya concurren a los grupos organizados a la vieja usanza, con el contacto personal, el esfuerzo de reunirse, el comentario directo, espontáneo y afectivo que la tecnología no podrá reemplazar aunque resulte más cómodo y menos esforzado. Creo que eso lo dejamos para las ofertas que nos llegan por Internet para compras, suscripciones y otras cuestiones. Quiero contarles el por qué decidí postularme. En primer lugar nuestra Institución se merece y tiene que tener PLURALISMO CIENTÍFICO Y TAMBIÉN PLURALISMO POLÍTICO. Esto significa tener alternativas, tener opciones. Verdaderas elecciones. Que haya más de una lista es bueno para toda Institución que se precie de democrática. No se trata de los buenos y los malos. Sobre el pluralismo Si hablamos de pluralismo que sea de verdad, “en acto”, haciéndolo parte de nuestra vida institucional y sin falsos temores. Y así lo hemos hecho desde el principio. Todo lo enunciado implica, necesariamente, nuestro compromiso con el afán de renovación, de modernización, de variación y de aprender de lo diferente, tan necesarios para un pensamiento auténticamente psicoanalítico. Buscamos exponer claramente los pasos que vamos dando.


Dar vuelta la página

 Días pasados estuve en la presentación de la Revista Moción, un verdadero orgullo para APA. Allí Cecilia Moia se despidió como Presidenta del Claustro, ya que terminaba su período de 4 años. Habló del “despedirse” y mostró “la importancia de” y “cuan necesario es” saber despedirse. Que puedan despedirse los que están y quienes estuvieron es lo que da capacidad de cambio y posibilidad de enriquecimiento a las Instituciones. Elaborar el pasado nos permitirá crecer. ¿A qué pasado me refiero? Al pasado de los pioneros, al pasado de las listas únicas, al pasado de las escisiones y de las controversias que, aunque inevitables, consideramos nuestro deber intentar limitar. Elaborar no es olvidar o dar vuelta la página “como si” esto no hubiera marcado el devenir de la Institución y mantenerse en la ilusión de que empezamos desde cero. Es imprescindible, a nuestro parecer, tanto tener la capacidad de usar otras experiencias, aprovechando todos los aciertos de otras gestiones e intentar modificar los errores cometidos. Invitamos a tener creatividad, originalidad e inventiva para proponer lo nuevo. ¿Qué tan originales podemos ser? Tanto como otros han tratado de serlo, ¿porqué no intentarlo? Esto es mantenernos en un plano en que todo puede ser mejor Siempre el deseo de mejorar y satisfacer a muchos más tiene que estar presente en los proyectos y metas de una Institución, no sólo satisfacer ambiciones personales. En el ámbito del psicoanálisis, de un proceso analítico, reconocemos la importancia de la elaboración. Creo que en el ámbito de una Institución es también importante, dado que es imprescindible aprender a renunciar a nuestros ideales narcisistas (presentes, de un modo u otro, en todos nosotros) que tienden a llevarnos, casi automáticamente, a recrear situaciones primitivas del ejercicio de la autoridad en las que era inevitable la presencia de un poder irrestricto e ineludible. Creemos que esto es base para la tendencia, presente en toda institución desde IPA hasta APA (y quizás heredada del mismo Freud), de que se establezcan “cúpulas de poder”, a veces no bien identificadas por todos pero actuantes. Siempre luchamos con fuerzas internas muy poderosas que dificultan los cambios, tanto en nosotros como en nuestras instituciones. Ejemplo de ello es que tantos años después de la Reforma del 74 (que logró deconstruir la hegemonía del pensamiento único) y de la escisión del 77 (producto de la imposibilidad de aceptar que otros fueran los que conducirían APA al ganar las elecciones), aun tengamos dificultades para reconocer que, lo que enriquece, no es una convivencia pacífica e indiferente entre teorizaciones distintas, sino la posibilidad de discusión, debate, de intercambio fructífero y del modo en que podamos escuchar ya sea los diferentes discursos psicoanalíticos como los de otras disciplinas. Poder continuar mostrando nuestra clínica, lo que hacemos en nuestros consultorios. Tenemos que cuidarnos de lo esterilizante que es temer mostrar lo que hacemos. En una época era el volver a la Mesa Didáctica. Cosa que ahora aparece como idea absurda casi delirante. Pero ahora tenemos nuevos fantasmas. ¿Cuál es el curriculum de cada uno? ¿Cuántos libros publicó? ¿Quiénes lo halagaron? ¿Conoce bien la Institución y la vida societaria? ¿Conoce las dificultades financieras de una Institución que fue creada sin fines de lucro? ¿Cuánto de todo esto es necesario para la conducción de una Institución en nuestro medio lleno de dificultades? Creo que mencionar en el Taller de Secretaria Científica del Simposium trabajos como el de J. G. Badaracco acerca de “La mente cerrada” es sumamente oportuno, dado que el eje central de su discurso apunta a la capacidad de “apertura”, de exponer lo negativo que es “lo cerrado” y de poner en ejercicio la auténtica necesidad de dar lugar al cambio. Cambio al que tanto se resiste nuestra propia naturaleza humana tentándonos, casi siempre, a vestir “ropajes gatopardistas” que promueven un “cambio sin cambio” y que buscan disimular un “continuismo constante”, vivido erróneamente como la mejor opción. Demás está decir, dado que somos psicoanalistas, que esto es lo que encontramos, tanto en las personas singulares como en los procesos sociales o institucionales. ¿Quién puede decir qué es lo mejor para nuestra Institución? Creo que nadie puede asegurarlo. Sí hacer saber qué pensamos acerca del camino a recorrer entre todos. Como dije en el cierre del Simposium: APA no tiene dueños, APA ES DE TODOS y por eso queremos un Proyecto pluralista científica y políticamente. Lo científico es prioritario pero no excluyente de otras áreas y contextos que también forman parte de la Institución. Pensamos que parte de un cambio eficaz, es la riqueza que significa incorporar a los colegas jóvenes, por ejemplo a nuestros Miembros Adherentes, que quieran participar activamente en la conducción de APA. Sabemos muy bien que los enfrentamientos, separaciones, rupturas y problemas de lealtades, no sólo no son ajenos al movimiento psicoanalítico desde sus orígenes, sino que casi le son inherentes. Los problemas dentro de las instituciones tales como enfrentamientos inter-personales o grupales, que llevan a diferentes formas de lucha por imponer, sea una determinada ideología científica sea un poder institucional que imprima un sello particular a la formación, son situaciones comunes en nuestra historia. La lucha por alcanzar el poder, por el prestigio que éste otorga o la satisfacción que proporciona su ejercicio, tampoco son novedades para nosotros, tanto en nuestra Institución como en otras, argentinas o extranjeras. Intentemos aprovechar la experiencia para no repetir errores, para aprovechar lo bien hecho que se ha demostrado productivo y para tratar de pensar en todo lo nuevo, que ya existe y que es una realidad.

De los orígenes a hoy

Lo que nos diferencia del Psicoanálisis de los orígenes y del que se instaló hace años en la Argentina. Existe un Psicoanálisis del siglo XXI. Se habla de viejas patologías con nuevos ropajes o de nuevas patologías, de nuevos abordajes terapéuticos, de cambios en el encuadre, de diferentes conceptualizaciones del inconsciente, de la interdisciplina, del uso de psicofármacos, etc. Todo esto, si sabemos encararlo sin temor a lo nuevo y estando abiertos a las sorpresas, nos permite ampliar nuestro pensar, dialogar, crear y seguir adelante, convencidos que hay un futuro para el Psicoanálisis y para los psicoanalistas. No tengamos temor a la palabra PODER ni a la palabra POLITICA. Como dije al comienzo tampoco temamos afirmar abiertamente que queremos obtener ese poder, aun sabiendo la carga afectiva que conlleva. Lo queremos y lo necesitamos dado que poder es “poder hacer” y ése es campo de la política. Aceptemos, sin falsos pudores, que es necesaria una acción política eficiente para lograr un adecuado ejercicio del poder, practicado desde la condición de “inquilinos del poder” durante un período determinado y finito, para poder concretar las propuestas y las aspiraciones de llevar adelante una Institución como APA. Llevarla adelante en una gestión potente, lo más transparente que nos sea posible en su apertura a la opinión, y para obtener, desde allí, aquello que consideramos más adecuado, para el futuro del psicoanálisis, acorde a la época y al momento cultural que vivimos. Nos gustó la frase que dijo Julia Kristeva el sábado que estuvo en APA “el que no se analiza, no escribe y no está enamorado está muerto” y nosotros estamos enamorados del psicoanálisis, creemos en la importancia de los re-análisis y escribimos lo que pensamos. Algunas ortodoxias y detractores dicen esto no es psicoanálisis nosotros entendemos que el psicoanálisis es algo vivo que crece en cada analista y con cada análisis porque cada uno de nosotros trabajando analíticamente lo hace crecer cada vez más.